Esta casa fortificada del siglo XIII con sus 700 m² y 17 hectáreas de terreno cercado disfruta de una ubicación única. Aunque en algún momento fue utilizada con propósitos de defensa, en los siglos recientes ha sido siempre habitada y fue recientemente sometida a una extensiva restauración. La atmósfera de esta excepcional residencia es de paz y privacidad. Los patios alrededor de la propiedad deleitan a los visitantes con magníficas vistas de la zona y las partes comunales de la casa son espaciosas y fueron renovadas, mezclando una atmósfera histórica con una comodidad moderna. Los visitantes disfrutarán admirando los cielos llenos de estrellas en las noches claras o relajándose al lado de la piscina escuchando música.