Piso en la planta baja de un caserío señorial del siglo XIX, antiguamente empleado como almazara, recién reestructurado con mucho respeto y atención a la naturaleza. Es un lugar ideal para vacaciones tranquilas y relajadas: tras haber pasado un día en la playa, se puede gozar, ya desde el ocaso, de una agradable frescura realmente insólita en el verano siciliano. El caserío se compone por el piso principal (donde de vez en cuando viven los dueños) y por dos deliciosos pisos independientes, que se encuentran en la planta baja. El piso dispone de un amplio solarium equipado, que se asoma a un extenso jardín con plantas lozanas, árboles de fruta, naranjos y limones, plantas aromáticas y olivos centenarios, donde se puede almorzar y cenar bajo un elegante gazebo, mientras alrededor huele a azahar y jazmín. En la zona externa se encuentran también cocina con barbacoa, ducha con agua caliente y un lavadero. El piso tiene una habitación matrimonial, una doble, amplio comedor con sofá cama, baño con ducha, todo amueblado muy elegantemente. Al ingreso del caserío hay plazas de parking cubiertas.Lo que caracteriza de manera singular estas zonas es la continuidad del verde de los montes Nebrodi con el azul del mar Tirreno, así que en poco tiempo se pueden alcanzar las playas y también los itinerarios naturalistas con sus encinas, avellanos y castaños, para los apasionados de senderismo y excursiones a caballo. A pocos kilómetros se encuentra el parque natural de los Nebrodi, el área protegida más extensa de Sicilia, siempre llena de proyectos e iniciativas.