Veraneamos en Altafulla desde hace 35 años. Adquirimos esta propiedad por ser algo único y excluisivo, aunque pequeña, su ubicación privilegiada, sus excelentes vistes lo convierten en un palco de lujo en la playa. Desde cada cada estancia de la casa se ve el mar. No hace falta estar asándose en la playa para estar en la playa, puedes estar tomando un vermouth en la terraza de casa escuchando música chill out en una tumbona contemplando el mar pudiendo bajar a la playa por las escaleres privades de la propiedad.