Nos alojamos en la villa de Federico y Nathalie a finales de agosto, principios de septiembre de 2017. Desde el principio el trato de ambos no pudo ser mejor, atentos, dispuestos, simpáticos, son unas personas con las que da gusto encontrarse cuando llegas a un sitio donde nada conoces y no sabes nada de lo que puedes encontrar. Ellos en todo momento se mostraron pendientes de nosotros para tratar de que estuviéramos lo más cómodos posible, nos recomendaron sitios que visitar, restaurantes donde comer, dónde hacer la compra, etc. Sin duda la ubicación de la casa es perfecta ya que te permite visitar toda Costa Esmeralda. La distribucion en tres habitaciones con su propio baño cada una hace que la estancia sea confortable. La cocina está muy bien equipada (lo único que echamos de menos fueron unas tijeras de cocina) por lo que comer o cenar en casa en la terraza es una opción estupenda! Las vistas desde la terraza y la piscina al mar son impresionantes! Sin duda, recomendaría esta villa a todo aquel que quiera ir a visitar Costa Esmeralda.