Todas las habitaciones son luminosas, frescas, acogedoras y con aire acondicionado.
Dos habitaciones dobles con baño compartido dan al hermoso jardín que lo rodea.
El tercero, con capacidad para 4 camas, tiene una ventana que da directamente al porche con vista al mar y, adjunto, un baño muy amplio.
En el primer piso, una habitación doble y una triple grande con baño compartido se ofrecen con una espléndida terraza con vistas a las puestas de sol.
En el centro de la Villa hay un gran salón con rincón dedicado a la chimenea, amueblado con gusto y esencialidad.
Una larga mesa en nogal macizo permite un cómodo asiento para 10 personas, un aparador y un aparador para guardar los manteles y platos necesarios para el almuerzo y la cena.
La Villa está rodeada por un jardín en el que conviven diversas especies de palmeras, ybiscus y buganvillas.
El césped también refresca las bochornosas tardes de agosto y permite cenas espléndidas con barbacoa.
El porche está equipado con sillones, sofá, 2 mesas, una para 4 personas y otra para 12 personas.
Lugar ideal para desayunos y cenas.
La Villa es el prerrequisito esencial para unas vacaciones inolvidables.