Nos encontramos en una zona fronteriza en la que se unen Navarra, la Rioja y Alava. Es un enclave de contrastes en el que poder disfrutar del arte, del vino y de entornos naturales únicos tales como bosques, lagunas naturales y montañas. En el entorno se puede practicar senderismo, escalada, golf así como visitas a bodegas o a la ciudad de Logroño a degustar los exquisitos pinchos de su calle Laurel. Estamos muy cerca pero en un ambiente rural y auténtico.
La casa de piedra, con sus gastadas vigas de diversas maderas y sus techos con arquillos, contrasta con una decoración moderna y funcional, en la que el blanco predomina y da una luz interior que la hace única.
Poder disfrutar de este lugar con encanto es fácil, alojado en la casa rural Atalaya.