Sin duda, el punto fuerte del alojamiento es que cada habitación tiene su cuarto de baño completo y muchas zonas comunes para disfrutar juntos, eso la diferencia de el resto de alojamientos para grupos de Almagro.
A lo largo de cuatro años hemos ido rehabilitando este inmueble para ofrecerlo como si fuera nuestra propia casa. De habitaciones amplias con baño dentro de ellas y una serie de dependencias comunes como salón comedor y cocina. En ella hemos mezclado tradición con diseño moderno, mezcla de materiales propios de la arquitectura vernácula como piedra ladrillo y madera junto con tierra de tapiales, junto con encofrados de hormigón y suelos de hormigón pulidos. Comodidad y amplitud son palabras que mejor la definen. Luz y tranquilidad acompañan al visitante. Si añadimos el propio entorno donde historia, arte y gastronomía se unen, el lugar es idílico.