Can Canà es una casa de pueblo que data de principios del S.XIX.
Actualmente, ha sido rehabilitada conservando todo el encanto de la típica casa "ceretana" de toda la vida.
Está en el pueblo de Bor, rodeada de naturaleza donde se pueden practicar todo tipo de deportes de nieve, multiaventura, deportes de motor, senderismo... está en un sitio privilegiado para los amantes de la tranquilidad.
La casa tiene una capacidad para 6 personas y está repartida en 2 plantas. Está acondicionada con todo tipo de detalles para hacer una estancia de lo más agradable: Dispone de 2 habitaciones, de las cuales 1 es doble y 1 de matrimonio, la cocina está totalmente equipada. También cuenta con un salón-comedor con chimenea, 2 baños y jardín interior y exterior.
BOR NATURA, la sala: es el nombre que hemos dado en el antiguo pajar de la casa, ahora totalmente reformado y convertido en una sala polivalente en la que se pueden llevar a cabo todo tipo de actividades relacionadas con la salud y la naturaleza.
Este espacio tan acogedor, con unas vistas maravillosas a la montaña de la Cogulera, acoge una historia. Antes de la guerra había sido la escuela del pueblo. Después y durante la guerra fue el lugar social donde los jóvenes de Bor iban a bailar. Fue el tío Sisco, agricultor de toda la vida, el encargado de reconstruir el pajar cuando se casó con la tía Conchita.
La sala tiene una superficie de unos 50 m2 y extensas vidrieras exteriores con vistas a la naturaleza. Se calienta con estufa de pelets, el suelo y el techo son de madera noble y conserva una pared de piedra que confiere un aspecto rústico y elegante en la sala, luminosa con luz de día y cálida con luz artificial directa o difusa.
Anexa a la sala se sitúa el vestidor y un baño completo decorado con cada detalle para conservar el encanto del edificio viejo. Puede encontrar colchonetas, mantas y almohadas. En definitiva, se trata de un lugar ideal para talleres, retiros, estancias y cursos, disfrutando de la belleza y la tranquilidad de un entorno idílico.