Este antiguo molino de harina situado junto al río Guadiaro,en el parque natural Sierra de Grazalema, con unas vistas preciosas a la montaña vestida de olivos y encinas, ha sido convertido en una casa cómoda y particular con un atractivo jardín. La casa tiene gruesos muros de piedra, suelos de barro y techos de madera. La mayoría de los muebles de madera fueron hechos a mano por el antiguo propietario – artesano carpintero -, los cuales le dan un aspecto rústico y cálido.
El río Guadiaro bordea el jardín. Hay buenas vistas desde la terraza de piedra de todas las partes del jardín. También hay una zona con césped respaldado por un alto muro natural cubierto de vegetación. Una parra y una higuera dan sombra a una de las terrazas donde disfrutar de las comidas al aire libre será un placer.