Nos pareció una casa increible, la limpieza es irreprochable, tiene de todo en cocina y baños (salvo champú y gel), pero incluso había leche, zumo, aceite, sal, harina, café... vamos que no hace falta salir corriendo a comprar lo básico, lo cual se agradece muchísimo. La casa está bien situada, el pueblo es una monada y la gente del pueble lo mejor. Volveremos por allí sin duda.