La Casa da Quinta da Alfarrobeira (construida en 1730) está dentro de una propriedad de seis hectáreas. El edificio se alza en la cima de una colina y sobresale por la originalidad de una antigua estructura de piedra rematada con pequeñas almenas, que le dan un aire de torre de vigilancia medieval. La casa está cercada por varios rincones aterrazados dispersos; cada uno con su propio encanto y excelentes vistas sobre el valle.
Pasando por una de las terrazas se encuentra una ancestral algarrobera, ofreciendo una enorme sombra; se debe a ella el nombre de la Quinta. La casa ha sido restaurada poco a poco, según nuestras posibilidades y con la calma exigida para que se mantenga su forma original. Dos de los edificios que forman parte de la Quinta fueron convertidos en casas de huéspedes. Fueron construidas de forma tradicional y decoradas con muebles antiguos.
- La más pequeña, A Granja, está ligada a la casa principal, aunque con entrada propia. La casa se compone de una sala con chimenea y cocina incorporada, habitación de matrimonio, cuarto de baño con azulejos y dos terrazas privadas.
- La otra casa, A Vivenda, es una vivienda construida separada de la casa principal. Tiene dos habitaciones, una gran sala de estar con una enorme chimenea antigua, una cocina separada (con un gran fogón italiano y lavavajillas), cuarto de baño, una gran terraza y patio privado. Ambas casas de huéspedes tienen calefacción.