Cuatro destinos donde alquilar una casa rural en Córdoba

Cuatro destinos donde alquilar una casa rural en Córdoba

El inmenso Guadalquivir, el río rey de Andalucía, atraviesa la provincia de Córdoba y le aporta una personalidad única, sosegada y elegante. El pasado morisco de la capital es evidente en su grandiosa Mezquita, los frescos jardines salpicados de fuentes del Alcázar y el misterioso yacimiento de Medina Azahara. Pero además de una ciudad fascinante como Córdoba, no debes perderte los pueblos cordobeses, pintorescos y con mucha personalidad. Escápate al pueblo de los manantiales, Priego de Córdoba, y a Hornachuelos, en plena Sierra Morena. Por último, te damos ideas para que alquiles una casa rural en Montoro, entre la curva del Guadalquivir y la sierra. ¡Empieza a planear tu próxima escapada!

Salón de casa de campo con suelo de cerámica, vigas de madera en el techo y ventanas con postigos oscuros

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Casas rurales en Córdoba

¿Aún no conoces Córdoba? Esta histórica ciudad de herencia musulmana te fascinará con sus monumentos, las callejuelas de su judería, sus patios de mil colores y una gastronomía para chuparse los dedos. En Córdoba hay una oferta cultural inmensa, pero su joya es, sin duda, la Mezquita, una visión de columnas, arcos y fuentes impregnada del aroma de los naranjos y las leyendas de al-Ándalus. El otro monumento imprescindible de la ciudad es el Alcázar de los Reyes Cristianos, una sobria fortaleza que oculta en su interior un exuberante oasis andaluz. Descubre sus torres, jardines, patios y fuentes, y maravíllate con la arquitectura de inspiración mudéjar de esta joya cordobesa. El barrio de la judería de Córdoba es un laberinto en tonos blancos, azules y ocres decorado con cientos de flores por los vecinos. Piérdete por sus callejuelas y asómate a los encantadores patios andaluces, un estallido del color de las flores, el frescor de las fuentes y el aroma de las cocinas donde se elaboran los platos típicos cordobeses. Busca la famosa Calleja de las Flores, la más fotografiada del barrio judío, y admira la silueta de la Mezquita entre las fachadas blancas. Ah, y a solo 8 kilómetros de la ciudad encontrarás el enorme yacimiento islámico de Medina Azahara, un lugar único en el mundo. Como ves, Córdoba es una ciudad infinita; si te alojas en una casa rural, podrás descubrirla a tu ritmo y descansar por las noches en un entorno tranquilo. ¡Insuperable!

Casas rurales en Priego de Córdoba

En Priego de Córdoba, el agua es la protagonista indiscutible. Y es que de esta tierra brotan manantiales que los vecinos aprovechan en las numerosas fuentes de inspiración andalusí del pueblo. El barrio de la Villa es el corazón de Priego y el reflejo de su herencia medieval y musulmana. Piérdete sin mapa por este entramado de cuidadas callejuelas empedradas con casas de impolutas fachadas blancas y enrejados de hierro. Acércate a la pequeña iglesia de la Aurora y entra para admirar su espectacular cúpula; después, puedes tomarte un descanso en una de las terrazas cerca de la fuente de la plaza. En Priego también puedes visitar un castillo árabe con majestuosas vistas y los frescos jardines del Huerto de las Infantas, donde el agua se desliza juguetona entre la vegetación. ¡Te enamorarán!

Piscina en primer plano rodeada de muros blancos con flores y casa de campo blanca con tejado naranja al fondo

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Casas rurales en Hornachuelos

Esta localidad se encuentra en pleno Parque Natural Sierra de Hornachuelos, en Sierra Morena, un paisaje virgen habitado por ciervos, jabalís y la estrella de este ecosistema: el lince ibérico. Las casas rurales de esta zona suelen estar en plena naturaleza, rodeadas de bosques y riachuelos: por la mañana, puedes desayunar en un jardín con espectaculares vistas a las montañas; por la tarde, contempla el atardecer y los reflejos dorados del sol sobre el agua de los ríos y, por la noche, siéntate cómodamente a contemplar cientos de estrellas en el cielo. ¡Un oasis de paz del que no querrás irte!

Casas rurales en Montoro

Las casitas blancas de Montoro trepan por la ladera de la montaña con el Guadalquivir a sus pies. Las tranquilas aguas del río rodean el pueblo y permiten a los visitantes practicar deportes de agua para conocer este espectacular paisaje de una manera diferente. El producto más típico de Montoro es el aceite de oliva, elaborado en las almazaras del pueblo con los frutos de los cientos de olivos que salpican la zona. Pasea por el centro histórico de Montoro, con empinadas calles y edificios de tonos rojizos, y cruza el romántico puente sobre el Guadalquivir. Elige una de las casas rurales de Montoro para dormir en un lugar con mucho carácter y decorado a la manera tradicional, con materiales como barro y cerámica. ¡Duerme rodeado de olivos y riachuelos!